lunes, 29 de diciembre de 2014

Pescando una estrella.
Morning star. Diseño y pintura de Catrin Welz Stein

Alisto sus anzuelos, los más grandes y los pequeños, iba tras su estrella.

Limó delicadamente una caña de azúcar e hilo con sus cabellos, un cordel en forma de trenza y los lanzo al viento.

Pasaron noches de décadas y en ninguna de ellas atrapo su estrella.

Elevó entonces en un sollozo su voz al firmamento:


"Quise atraparte estrella de mis noches y madrugadas.

Llevarte a mi casa y tejerte una hamaca con cientos de hilos de seda de mariposas.

Cobijarme con tu brillo y dormir junto a ti, mientras alumbrabas mi oscuridad.

Quise sentirte tan cerca como tu luz me lo permitiese, afilando cientos de anzuelos de profundos deseos.

Pesqué carnadas de innumerables de peces y busqué las lombrices en el nacimiento de los arcoíris.

Esperé largas noches cuidando los anzuelos de mis sueños, que nunca te atraparon.

Cientos de pájaros entonces me alegraron con sus cantos, y las luciérnagas se alimentaron de las lombrices de los arcoíris".

Los años fueron pasando y fue creciendo la luz de ese sentimiento en su corazón; verdaderamente ella añoraba a la estrella.

Un día despertó y divisó un brillo en sus anzuelos, más para su sorpresa era su propia luz la que emanaba de ellos y pronunció en silencio:

"Ahora tú estrella y la mía se observaban e iluminan mutuamente.

Nuestras luces se fusionan y la distancia ahora no existe, porque tu me entregas tu brillo desde el cielo y yo desde la tierra.


Todos somos una pequeña estrella y desde el cielo nos lo recuerdan”...

(Katty Alexandra)

sábado, 20 de diciembre de 2014

El silencio y la palabra  
Amanecer en el río. Foto; Katty A.


En medio del torbellino de palabras que surgen en una conversación placida, se nutre la tierra de nuestros pensamientos.
Fluyen los labios plenos de sonrisas que otorgan junto a la voz, un brillo a las miradas.

La complicidad de un encuentro se acompaña de gestos, trasmitiendo al otro un sentimiento que no tiene silabas.

Cuando la palabra es amorosa es sagrada, casi como el silencio, concediéndonos este último el matiz que otorga la calma.
En el silencio se trae del fondo, un escenario, oscuro y claro de imágenes que vuelan invitándonos a ingresar a otros mundos que desconocemos.

Y de pronto algo en lo interior nos habla:

"Cuan profunda es la sabiduría de quien medita, sin anunciar el momento para que salga a escena la palabra".
"Cuan dulce es la palabra cuando es divina, suena a caricia que impregna el alma".

"Cuan bello es el silencio cuando aguarda, el grácil momento de habitar un espacio sin medida".

(Katty Alexandra)

viernes, 28 de noviembre de 2014

ENCUENTRO DE MIRADAS.

Fuente de la imagen: www.facebook.com/kotentsa?fref=nf



Ambos asomaron sus ojos por la pequeña rendija de su mañana.

Un ronroneo y un suspiro tierno se acompasaban.

Abrían lentamente las ventanas de sus sueños, como el cielo que alumbraba anunciando el nuevo sol.

La miel de las flores inundaba el iris del felino, mientras en las pupilas del niño aún permanecía el blanco de una luna liquida, en el negro de la noche.

Apretaron los labios y sus pequeños deditos, atrapando el instante que les unía.

En sus miradas se contemplaba la presencia inocente y fluida de un par de ángeles, recubiertos de pelaje, piel, labios, uñas y garras.

Se aferraban con sus ojos a la vida verde de los prados, azul del agua marina, castaña de las cortezas y negra de los suelos, saboreando con su mirada la belleza de un nuevo día.
 
(Katty Alexandra)

lunes, 3 de noviembre de 2014

Escuchando la profundidad de la tierra.

Artista: Lucia Loiso, imagen tomada de: Art of feminine.


Retozó en silencio y entró en contacto con ella; con el vientre de la tierra.

Conectó sus oídos, dejando resbalar lentamente su conducto auditivo en el suelo de su realidad corpórea.

La campanilla de su tímpano, fue ingresando al útero fértil del humus de sus ricas entrañas , a medida que iba escuchando la música de la vida en la germinación de las semillas.

Se fundió lentamente con el sonido tácito de las plántulas nacientes, acompasadas de los incesantes y diminutos pasos de las hormigas.
La extremecieron los violines de los escarabajos, que con sus antenas y patitas, continuaban labrando el oído interno del suelo.

Percibió el movimiento atento de las cuerdas de las raicillas, mientras se alimentaban del piano de los diversos sonidos de los metales.

Escuchó extasiada finalmente el agua reabsorbida en los vasos de las maderas, en medio del xilema y el floema de sus pequeños troncos.

" Es La música de la vida".. comprendió..esa fina melodía que da el aroma a la primavera y así enrojecida fructifica.

Así, en medio del singular concierto se levantó y se dejo llevar por los instrumentos del viento.
Siguió la ruta de las notas hechas hojas y de esa armoniosa ritmica de las variadas flores.

Continuó su camino escuchando los pétalos sostenidos, a medida que iba narrando su auditivo encuentro, en versos de canciones y amorosas poesías.

(Katty Alexandra).



miércoles, 29 de octubre de 2014

Silencio profundo.



Pintura de Tamara Adams.

Con los ojos cerrados comienza el camino, ingresando a los laberintos de silencios profundos.

Inhala profundo llenando su vientre, avivando el fuego que enciende su alma.

Le llegan sonidos de sus propios latidos, acompasando el ritmo de su respiración.

Se escucha a si misma, la voz del recuerdo que de pronto llega pero también pasa.

En su interior boscoso se encuentra con otros, conjunto de seres que en su interior habitan.

Asoman ballenas, delfines y fieras, mujeres y hombres con largas aletas.

Niños con garras que conversan con hienas y aves que vuelan en el fondo de las aguas.

Descubren ratones que leen las hojas y dibujan tramas entre la tierna hojarasca.

De pronto es consciente de su propia savia y del laberinto que conforma sus venas.

De cada huesito que la mantiene erguida, sentada o tendida, sin perder la forma de la mujer que habita.

Así lentamente la danza comienza su cuerpo se eleva, contrae y dilata, siguiendo la huella que deja su aura.

De nuevo regresa, abriendo los ojos, saludando el día que agradece comienza.
 
...Buenos dias..
(Katty Alexandra)
 
 

domingo, 19 de octubre de 2014

Mujer contemplativa.


Contemplation. Artist: Nmandi Okonkwo
 
Pasos fuertes, mirada serena, corporeidad de olas caminando en el parque. Así plácidamente se aproximó a una silla y poso las vertientes de sus caderas, en una roca adornada de mañana.
Cerró sus ojos, respiro profundo y en silencio escucho los pájaros volando en una cadena elíptica hacia el sol que despuntaba.
Olvidó sus problemas, se centro en ella mientras sentía su alma era un vórtice que giraba en su propio eje y en el de los demás.
Se sintió eterna y unida a algo más que a sus cabellos o el vaivén de sus movimientos.
 Era mujer de carne y a su vez de arena, arcilla de río negro y cordillera, fortaleza y casita de madera.
Sus ojos eran redondeos como mágicas esferas del color del eclipse de la luna, bajo el cobertor de sus parpados.
Deambula inmóvil por momentos en las múltiples dimensiones del recuerdo de sus proezas.
Ella, naturaleza curva era belleza cotidiana, mujer trabajadora, madre morena, negra, mestiza, india posada en un silla, que por un instante entra en estado contemplativo antes de la jornada de cada día.
(Katty Alexandra)

domingo, 28 de septiembre de 2014

Sensaciones divinas.

Foto de un atardecer sobre el río Amazonas, tomada por: Katty Alexandra.


Un día y sin explicación sentí a Dios, fue un dulce calor que llego a mi coronilla y se encendió como una llama cuya calidez ardió y me sano con sus silenciosas palabras:

“Solo te amo, recuérdalo y así practícalo a diario”.

“Perdona tan rápido como puedas y sobre todo a ti mismo, en tu interior encontraras la benevolencia”.

“Acéptate y concilia con tus miedos. Llegaran a veces momentos donde querrás volver a la agonía, mas es tu elección o no escogerla”.

“Nada en la vida es tan valioso, pleno y poderoso como lo que en tu interior guardas”.

“No temas nunca viajar rumbo a tu corazón”.

“Eres luz de alguna estrella, esas que cuando mires al cielo te recordarán tu procedencia”-

Abrí los ojos escuchando su silencio y sentí entonces una danza de ángeles a mí alrededor.

Así en su divina presencia fue inevitable no brotaran muchas lágrimas de felicidad y así continuo:

“Tu pecado es no amar-te, reconocer-te, conciliar-te y proyectar-te desde tu interior”.

“Al abrir tu corazón con la llave de tu alma, encontraras seres tan variados como granos de arena existen y te hablaran en lenguas desde las entrañas de sus culturas”.

“Me encontraras en el pan de cada día y en la sagrada eucaristía, así recordaras el recinto de mis trigales y el vino de mis viñedos”

“Todo lo sembrado ha sido creado desde la pureza divina y dado con amor en el recinto sagrado del preciso instante de tu aquí y ahora”.

“Los hombres y mujeres que bajo el sol los labran, te entregarán los frutos de la tierra y el agua de sus patrias”.

Desde aquel día luego de sus palabras, sigo encontrando a Dios en los templos, en la congregación de una iglesia, o en la soledad de una sencilla casa cubierta de entrelazadas palmas.

El acompaña los juegos de los niños e ilumina las sonrisas sin dientes de los ancianos a lo largo del río.

El ama el silencio porque sabe así por fin yo lo escucho cuando me habla.

Cuando él lo hace, una luz siento en mi se enciende y parece jamás se apaga.

sábado, 30 de agosto de 2014

Alas en movimiento.



El aleteo de una mariposa es una caricia al viento, abriendo y entregando el movimiento de sus alas.

No sabe de líneas rectas, solo de ondulados desplazamientos, donde el espacio no es una rutina sino un libre zigzagueo.

Ella maquilla el panorama entregando su azul a la luz, reflejando en sus escamas el espejo de una maga.

Sutilmente desciende y se posa entre las entre las flores, mientras bebe del néctar que en el rodadero de su espiritrompa resbala.

En su encuentro amoroso transporta el oro de su polen y fecunda en contemplación sabia, maquillando el panorama.

Las alas en movimiento cubren un diminuto cuerpo, envolviendo el espíritu que late con la velocidad de la libertad que le otorga su vuelo.

El  perfecto diseño de sus alas es sabiduría divina en su creación gestada.

martes, 19 de agosto de 2014

Ecuaciones divinas. Un encuentro con delfines.
Mi encuentro con delfín amazónico.


El canto del delfín es una ecuación divina, un lamento que conmueve y envuelve, una melodía que confiere armonía.  

Es una sonrisa silenciosa percibida por quien con el espíritu abierto atento escucha.

Cuando su canto enigmático cesa solo se escucha la mar,  conduciendo su silencio al mismo río de sus orígenes, rumbo al manantial.

 Allí, el movimiento no cesa y pequeñas burbujas se rompen y se forman, en cadenas de delicados y envolventes torbellinos que gestan el curso de la vida.

La placida respiración acompaña  ese momento con cada latido del corazón, acompasando la respiración.

La humedad del lugar nos besa los labios, acariciándonos los cabellos y recordándonos ni un grano de arena permanece quieto, siguen su álgebra divina del movimiento.


Todo en su momento cambia y continúa como el destino de nuestros encuentros. 

El canto y el silencio es una poesía,  matemática iluminada como el permanente avance del agua.

domingo, 27 de julio de 2014


Raíces vivas, siguiendo las rayas.

En la faena del río. Foto: Katty A.

 

Me uní una mañana al más pequeño de mis vasos envueltos en tejidos blandos y definidos.

Ingrese a mi canoa siguiendo su recorrido y observando sus diminutas corrientes dirigiéndome al paso del agua, rumbo a las venas de mi ser.

Comenzaron a florecer en mí remolinos de trenzas ondulantes y perfectas - envolviéndome y desvaneciéndose - al paso de las maderas de mi embarcación de huesos que las acariciaba.

Me embebí en aquellas aguas blancas enrojecidas y cargadas de vida; materia liquida revuelta, sonriente y afectuosa, que en un abrazo desembocó en mis arterias.

Sentí mi río vivo como un remo que propulsa mi alma y a su vez mi corazón.

Abrí por primera vez los ojos y observé hacia afuera… fue entonces cuando me adentré en la calma del ribereño y la sonrisa de quien allí encuentra las gotas de sosiego.

No tiene precio la paz profunda que conlleva la contemplación de las aguas en movimiento, la observación atenta de quien con maestría ha sido y es el escultor de las riberas.

El curso del agua es personal, rebelde y revolucionario, conservando la esencia, la armonía, en un acto valiente de aquel que se atreve a conectarse con su propia naturaleza.

“Dime lo que defiendes y te diré quien eres”… susurro esa mañana a mis oídos el río…

viernes, 4 de julio de 2014


Encuentro en el lago.

 
Imagen tomada de la página web de Mujer Arbol.


Se había doblado tantas veces frente al dolor  de quien desconsolado espera, irrumpiendo sus  recuerdos y resbalando como gotas.

Sintió su corazón tan grande, divagante y perdido, que quiso  llorar y no encontró sus lágrimas; todas estaban contenidas en el lago de sus recuerdos.

En el centro de ese cuerpo acuoso se sumergió en la tierra de las águilas,  escuchando  sobre una roca sus propios latidos acompasados con la música de las ramas.

A medida que anclaba sus pies en la tierra, entre las hojas de sus pisadas, escuchó en aparente soledad sus pensamientos y un  destino enmudecido por el presente, enrarecido por un pasado, que atravesaba su pecho.

Se contemplo a si misma en el espejo del agua y  decididamente se levantó, descubriendo era capaz de liberar los pesos que la quebrantaban.

Permitió entonces el curso de su vida tomara  el rumbo que el viento intuitivamente le señalaría, siguiendo las ondulaciones que le irían marcando sus cabellos. 
Se observó con el corazón y percibió cada una de sus células estaba conectada de manera divina con las estrellas, que timidamente a la llegada de la noche se asomaban...

sábado, 28 de junio de 2014


Siento así para mi eso es Latinoamerica, un territorio que no tiene fronteras...lo llevamos en los corazones.

lunes, 23 de junio de 2014

 Las batientes del mar.

La gran ola de kanagawa. Autor: Katsushika Hokusai
En las batientes del mar se mecen las canoas en una danza que por instantes las devora y regurgita, siguiendo la música de sus propias partículas.
Bailan unas con otras, se separan o se fusionan, en medio del movimiento frenético de sus crestas estremeciendo hasta la más heroica embarcación.
La calma solo llega, con la tibieza de un rayo que toca el silencio en medio de las rocas de los miedos.
La serenidad entonces la porta el canto de una gaviota. que placida sobre vuela a la vuelta del sol.
De pronto cada ola se suaviza, tiende y reposa, entrando en un profundo sueño al paso de la tormenta.
Oníricamente llegan a la playa, rompiendo en risas de burbujas a su encuentro con la tierra.
Se dividen amorosas perdiéndose entre los poros de las arenas o arcillas, en una aparente fragilidad que fluye, alimentando las semillas que sedientas las esperan.
Sus raicillas crecen de una a una en el vientre de sus moléculas, mientras las plántulas se enderezan y reciben sobre sí el agua en zarcillos del rocío que se posan adornando sus hojas.
La batiente de las olas se transforma en delicadas gotas, demostrando su riqueza no esta en la fuerza imbatible del agua, sino en su capacidad de llevar en su esencia, el fuego de la vida a la mas agreste tierra.
Solo el fuego y el aire saben que ellas son capaces de aplacar el más osado incendio y volar cientos de kilómetros en el cielo, en forma de cristales de nubes blanquecinas, grises, naranjas o amarillas.
Las batientes de las olas se manifiestan en los humanos, en el poderío del agua de las lágrimas, que ruedan frente al dolor más profundo, o en la desgarradora alegría en el instante del encuentro con el amor verdadero... ese que trae a cada instante la corriente de la vida.

domingo, 25 de mayo de 2014


La flor del beso, los labios de las plantas.

Psychotria Elata.


Son flores tropicales que anuncian su naturaleza mestiza, por medio de la suavidad y la grandeza de sus pétalos.

Por instantes detienen las hormigas e inmovilizan abejas y abejorros, siguiendo como estratagemas formas y colores, acariciando nuestros ojos.

 Son ósculos que atraen insectos extasiados de su néctar, ocurriendo un vivaz encuentro entre patas danzantes con estilizados estambres.

En medio de ese baile se retocan del polen que en su interior guardan, llevando consigo un pedazo de su vida en sus extremidades.

Si nuestra boca fuera como la de estas flores, estarían cargadas del poderoso polen que nuestras palabras llevan, siguiendo el ejemplo de los labios de la naturaleza.

lunes, 19 de mayo de 2014

El impetuoso río, el momento de ser.
El impetuoso Amazonas. Foto; Katty A,

Se sintió, se atrevió y se desbordo llevando sobre sí y en su vientre arboles como rocas, en una avalancha sin exactitud diferente al momento del ser.
Paso saliva, engulló peces, se torno animal… su piel se transformó en escamas y sus dientes en dagas felinas que atraviesan los más fuertes temporales.
Revolcó su cauce y perdieron por instantes la dirección los peces y se confundieron los sonares de los delfines frente al cambio del río.
Los pescadores no salieron esa noche, sabían sus voraces remolinos a mas de uno se llevaría para nunca más volver a la faena.
La luna llena se abalanzó sobre el río y acarició sus olas que de repente parecían las del inmenso mar.

Era un río tropical, impredecible como sus orígenes, desbocado, calmo, tierno, apasionado y furioso en el momento de ser.

miércoles, 14 de mayo de 2014

El silencio y la palabra.
 
La Dorada, Caldas. Río Magdalena. Foto: Katty A.
 
El silencio dialoga con la palabra siguiendo el paso del río.

Pronuncian juntos miradas en la tarde, cargadas de ensoñación y nostalgia.

Mientras las palabras resbalan a su ritmo por la lengua materna, el silencio las contempla desde las rocas que las bañan.

Las letras se desbordan en las corrientes al caer el sol y muy temprano en el alba, mientras el  silencio las medita y oxigena entre espacios, puntos y comas.

La palabra se levanta y se engalana, llena de prosa en las madrugadas y cuando atardece en las noches claras se sumerge y calla.

En las noches de luna llena revienta en mil frases de nostalgia y  cuando no hay nada más que decir, el silencio la abraza y mutuamente se entrelazan.

Viven así un constante romance, el silencio y la palabra.

miércoles, 30 de abril de 2014


Naturaleza fiera.

 

Sentía su fiereza, sus latidos profundos en el centro de la estepa.

Sus pies no se mantenían totalmente sobre el suelo, daban saltos al ritmo de su naturaleza.

 Eran sigilosas panteras, lobos, gigantes reptiles y devoradoras hienas.

Despedazaban en un instante una vida, que luego continuaría habitando dentro de ellas.

Finalmente nada totalmente desaparece de alguna forma se conserva.

Las fieras reconocían su alimento a cientos de metros, a escasos pasos, donde la vista, el oído y su olfato percibían la sangre recorriendo sus venas.

Les atraía ese aroma escondido, en medio de una calidez liquida y espesa, en la carótida de sus cuellos.

Y de pronto un estallido... un remolino de pasos como un rayo caen sobre la presa.
No tuvo tiempo de pensar, solo el instinto del animal se desbordo en la búsqueda de su propia supervivencia.

Esa es sin duda su naturaleza fiera.
 

jueves, 24 de abril de 2014

El espejo de sus ojos.

Introspección sobre el tiempo sin medida. Pintura de:Carlos Jacanamijoy.

 
Se dejó conducir por el espejo de sus ojos, en los vértices concéntricos del túnel de su iris. Resbaló en las cataratas de sus risas y no tuvo miedo.

Se armó de valor y navegó en el índigo de su iris, descubriendo las más profundas aguas en el río de sus pensamientos.

Todo cobró color incluso en la oscuridad  y aprendió a leer la energía que emanaba de su piel, siguiendo un camino de laberintos que iba más allá de la frontera de su cuerpo.

Percibió el oleaje que lo rodeaba e iba y venía al vaivén de la marea.
- ¡Somos de colores! pensó y le dijo:

"Tú eres verde cuando me amas y yo soy violeta cuando te pienso.

Me hablas en azul y yo te siento en un naranja, fundiéndonos en ese rojo escarlata ubicado en los rincones profundos de nuestro ser.

Eres tan naranja  cuando te arrebatas como el sol de la tarde  y cuando cobras la calma alcanzas un tibio  tono amarillo, en la luz al medio día.

Eres un lienzo que se pinta a cada instante del color que tu alma emana".

viernes, 18 de abril de 2014

 
El otoño del nobel.
 
Diseño de Catrin Weltz Stein.

 

En el otoño del patriarca él sintió caer la hojarasca, mientras observó a Isabel viendo llover en Macondo.
Se acercó a ella y le contó el relato de un Naufrago , cuando él era feliz e indocumentado.
En sueños verían juntos los ojos de un perro azul, pensando era el anuncio de la mala hora.
Se alejó entonces de ella  y decidió vivir como un general en su laberinto, sintiendo que aunque llegase a Coronel,  no tendría quien le escribiera.
Vivió cien años de soledad, siguiendo el rastro de la sangre en la nieve, recorriendo doce cuentos peregrinos entre el amor y otros demonios.
Así llegó súbitamente a un estado febril descubriendo es posible vivir ese amor en los tiempos del cólera y sintió era permitido contar sus relatos, novelas e historias, en un mundo lleno de niños y de mariposas….
Gracias a Gabriel García Márquez.
Le abriste la puerta a tantos soñadores que continuarán leyendo tus novelas e intentando escribir como tú, aquello que pareciese inimaginable.
Con tus letras e inspiraciones a través de ti, como humanos nos sentimos mucho mas vivos.