Lluvia de niños.
Niña del pescador. Foto: Katty A.
De repente comenzaron
a caer como una lluvia clara bajo el sol de cabelleras rubias,
Otros eran gotitas
rojizas adornadas de pecas y cargadas del
otoño al atardecer.
La noche trajo una
tormenta de niños indios, negros y mestizos como gotas de chocolate y sonidos dulces al sentirlas caer.
Los truenos de sus
risas sacudieron mi alma dormida, que despierta se maravillaba de su
existencia.
Así cada niño venía
como un rayo tan brillante, sacudiendo la más honda tristeza.
Respirando tan cerca
al ritmo creador de la tierra.
Tras la lluvia de niños
florecieron los campos secos de conflictos e infértiles de esperanza.
Se purificó el aire,
se soltaron las armas y todos entonamos un suspiro disfrutando de esa lluvia
que solo sabe de entrega.