miércoles, 30 de abril de 2014


Naturaleza fiera.

 

Sentía su fiereza, sus latidos profundos en el centro de la estepa.

Sus pies no se mantenían totalmente sobre el suelo, daban saltos al ritmo de su naturaleza.

 Eran sigilosas panteras, lobos, gigantes reptiles y devoradoras hienas.

Despedazaban en un instante una vida, que luego continuaría habitando dentro de ellas.

Finalmente nada totalmente desaparece de alguna forma se conserva.

Las fieras reconocían su alimento a cientos de metros, a escasos pasos, donde la vista, el oído y su olfato percibían la sangre recorriendo sus venas.

Les atraía ese aroma escondido, en medio de una calidez liquida y espesa, en la carótida de sus cuellos.

Y de pronto un estallido... un remolino de pasos como un rayo caen sobre la presa.
No tuvo tiempo de pensar, solo el instinto del animal se desbordo en la búsqueda de su propia supervivencia.

Esa es sin duda su naturaleza fiera.
 

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