Encuentro en el lago.
Imagen tomada de la página web de Mujer Arbol. |
Se había doblado tantas veces
frente al dolor de quien desconsolado
espera, irrumpiendo sus recuerdos y resbalando
como gotas.
Sintió su corazón tan grande, divagante y perdido, que quiso llorar y no encontró sus lágrimas; todas
estaban contenidas en el lago de sus recuerdos.
En el centro de ese cuerpo acuoso se sumergió en la tierra de las águilas, escuchando sobre una roca sus propios latidos
acompasados con la música de las ramas.
A medida que anclaba sus pies en
la tierra, entre las hojas de sus pisadas, escuchó en aparente soledad sus
pensamientos y un destino enmudecido por
el presente, enrarecido por un pasado, que atravesaba su pecho.
Se contemplo a si misma en el espejo del agua y decididamente se levantó, descubriendo era
capaz de liberar los pesos que la quebrantaban.
Permitió entonces el curso de su vida tomara el rumbo que el viento intuitivamente le
señalaría, siguiendo las ondulaciones que le irían marcando sus cabellos.
Se observó con el corazón y percibió cada una de sus células estaba conectada de manera divina con las estrellas, que timidamente a la llegada de la noche se asomaban...
No hay comentarios:
Publicar un comentario