martes, 25 de febrero de 2014


Lluvia de niños.
Niña del pescador. Foto: Katty A.
 

De repente comenzaron a caer como una lluvia clara bajo el sol de cabelleras rubias,

Otros eran gotitas rojizas adornadas de pecas  y cargadas del otoño al atardecer.

La noche trajo una tormenta de niños indios, negros y mestizos como gotas de chocolate y sonidos dulces al sentirlas caer.

Los truenos de sus risas sacudieron mi alma dormida, que despierta se maravillaba de su existencia.

Así cada niño venía como un rayo tan brillante, sacudiendo la más honda tristeza.

Respirando tan cerca al ritmo creador de la tierra.

Tras la lluvia de niños florecieron los campos secos de conflictos e infértiles de esperanza.

Se purificó el aire, se soltaron las armas y todos entonamos un suspiro disfrutando de esa lluvia que solo sabe de entrega.

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