viernes, 21 de febrero de 2014


El oleaje de palabras.
Espumas. Foto: Katty A.
 
El mar trae eso silencios y palabras que suenan a olas.

Granos de la sal de la vida en letras, con una extraña dosis de melancolía que la hacen emotiva.

Su extremada sensibilidad es profunda fortaleza de la ola contemplativa, que inevitablemente calma.



Cada símbolo, cada latido, lo traen los peces en sus tripas y se insertan como agujas que lapidan el frio y ensalzan el calor de la tranquilidad y la paz.

Dan esas ganas de bañarse con la brisa de pensamientos nunca nombrados, ni comunicados.

 Siguiendo sus gritos profundos desde la intimidad que cobija el alma.

 ...Despierto hoy tan cerca junto a este oleaje de palabras.

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