Encuentro
de humanos.
¿Y si fuese cierto aquello que
dicen los sabios, que en nosotros siempre ha habitado lo femenino y lo
masculino?.
Quizás siempre hemos habitado fusionados en nuestra propia agua, y así
hemos deambulando por la tierra.
Hemos volando en el aire de nuestros sueños de sentimientos y calentando
bajo el fuego de esa energía esférica y espiral que nos mantiene vivos.
Quizás así nos explicaríamos porque nuestros ojos brillan como un par
de estrellas que siempre han habitado juntas y de una buena vez nos sentiríamos
completos.
No le otorgaríamos tanta carga al otro, por nuestro propio miedo a
trabajar aquello que nos genera aflicción y que solo es personal.
Sería el otro un compañero, un mundo entero por navegar y nos
sumergiríamos en una aventura con cada humano, llena de encuentros y fantasía,
y de igual manera eso seríamos para el otro; un recinto profundo con luz y
oscuridad.
No existirían días para las mujeres y otros para los hombres y seriamos
capaces de regalarle a un hombre una rosa, sin ese complejo de reconocer su tesoro
femenino.
Amaríamos lo masculino de los otros y comprenderíamos sus emociones
femeninas trasmutadas en finas lagrimas.
No solo la sensibilidad sería de mujeres y la fuerza de los hombres,
reconoceríamos somos completos y el otro sería un universo entero, por amar,
descubrir y abrazar.
(Katty Alexandra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario