domingo, 4 de noviembre de 2012

Convergencias




Las mariposas confluyen hacia la luz como un llamado hacia el calor.
Se orientan siguiendo el brillo de los rayos transmisores de la vida. 
Estos se originan en la fusión de los elementos, en su continuo movimiento...


La luz de afuera esta dentro.
Esta hace un llamado y seduce a cada esencia alada.
En las noches estrelladas, cuando observan el firmamento, se llenan de esa sensación de plenitud y, de pronto, cuando parpadean, entrecierran sus ocelos y entran a ese otro lugar: uno interno, uno que las llama al vuelo, a una inmersión personal.
Esa invitación hacia el centro esta cargada de atracción hacia algo más grande y sublime; algo divino como lo es la naturaleza misma.
Convergen hacia el centro, rumbo a un punto de atracción.
Un lugar donde las mariposas atraídas por el dulce néctar se lanzan un punto sin retorno, a una búsqueda interna.

Finalmente, somos, como las flores y las mariposas, seres de mil pétalos.
Guardamos el mejor y mas dulce néctar en nuestro interior..

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